Sáltate la cuota, ¡aprecia al ganador!
Figura materna, cuota femenina, liderazgo femenino, etc. Las mujeres reciben una gran atención en la opinión pública; no estoy seguro de que el radar apunte siempre hacia lo positivo. Me identifico con el artículo de los diarios financieros holandeses sobre: ''Las mujeres deberían tener más libertad para organizar su trabajo'' y ''Una cuota femenina, los pros y los contras''.
Carácter primero
Al igual que muchas industrias, los puestos más altos dentro de las ramas de la hostelería están dominados por la especie con más testosterona. ¿Deberíamos hacer un cambio poniendo una cifra al número de mujeres que tiene que haber en el consejo? En mi opinión, no. Cuestiono la eficacia porque tanto hombres como mujeres deberían obtener su puesto en función de su carácter y sus logros.
Que el mejor...
En el camino hacia la cima de la empresa, la competencia siempre está a tu lado respirándote en la nuca. Para llegar a lo más alto sólo hay sitio para personas con fuerza y perseverancia. No importan los sinsabores, los dolores, el color, la edad o el sexo, el ganador siempre seguirá adelante. Al mantener constantemente las reglas de la sociedad, olvidamos cuál es realmente el propósito de la sala de juntas: el crecimiento y la continuidad. No importa quién esté en el consejo, siempre y cuando sea capaz de hacer avanzar a la empresa.
El poder de la intuición femenina
Alo largo de la historia, las mujeres han sido alabadas por su intuición: una comprensión profunda, casi instintiva, de las personas y las situaciones. Este llamado "sexto sentido" no es sólo un mito; es una habilidad perfeccionada a lo largo de siglos de roles sociales, en particular el de madre. Las madres suelen estar en sintonía con las necesidades y emociones de sus hijos, y esta capacidad de leer a las personas se extiende de forma natural al mundo profesional. En la selección de personal, donde comprender la verdadera naturaleza de un candidato es crucial, esta intuición femenina se convierte en una poderosa baza. No es de extrañar que la selección de personal, una parte clave del sector de la hostelería, esté dirigida predominantemente por mujeres.
Visiones tradicionales, impacto moderno e inclusividad más allá de lo masculino y lo femenino
Si bien es posible que las opiniones tradicionales hayan confinado a las mujeres a funciones específicas, estas mismas funciones han dotado a las mujeres de fortalezas únicas que ahora son muy valoradas en el liderazgo y la gestión. La capacidad de empatía, la inteligencia emocional y el pensamiento colaborativo de las mujeres no son meras aptitudes blandas, sino que son fundamentales para desenvolverse en la compleja dinámica interpersonal del lugar de trabajo.
A medida que nos adentramos en 2024, crece la importancia de la conversación en torno al liderazgo y el género. La inclusión en los puestos de liderazgo significa aceptar todas las identidades de género, no solo la visión binaria de hombre y mujer. El potencial de liderazgo no conoce límites cuando se trata de género y, como reclutadores, debemos ser conscientes de cómo el lenguaje y las actitudes dan forma a las oportunidades. Utilizar términos como "eso" para referirse a personas no binarias o de género diverso es un pequeño paso hacia la creación de un entorno más inclusivo. El futuro del liderazgo debe estar impulsado por el talento, la visión y el carácter, no limitado por normas de género obsoletas. Al reconocer y celebrar todas las identidades, podemos construir salas de juntas que reflejen la verdadera diversidad de nuestra sociedad, fomentando la innovación y el crecimiento de toda la empresa.
Las trampas de las cuotas superficiales
Enuna época en la que las empresas están ansiosas por mostrar su compromiso con la diversidad, hay una tendencia creciente a aplicar prácticas políticamente correctas que se centran más en la apariencia que en la sustancia. Contratar a mujeres o personas no binarias únicamente para cumplir objetivos numéricos o apaciguar a la opinión pública socava la esencia misma de la igualdad. Este tipo de planteamientos puede conducir a un empleo simbólico, en el que las mujeres o los empleados con diversidad de género se colocan en puestos sin el verdadero apoyo o los recursos necesarios para tener éxito. Esto no sólo obstaculiza el crecimiento individual, sino que tampoco impulsa un cambio organizativo significativo. La auténtica inclusión exige ir más allá de los meros números para fomentar entornos en los que prevalezcan el talento y el mérito.
Equilibrar la balanza
Esfácil hablar de cambio, sobre todo cuando el tema lleva tantos años en el candelero. Una sala de juntas equilibrada, que no se preocupe por las rígidas definiciones de género, sino que se centre en la diversidad de capacidades, ideas y perspectivas, es donde se produce el verdadero progreso. Los beneficios son evidentes. Los equipos diversos superan sistemáticamente a los homogéneos, y esto se aplica tanto a la diversidad de género como a la de pensamiento, formación y experiencia. La clave no está en cumplir una cuota, sino en cultivar un espacio en el que cada persona pueda prosperar en función de su talento único y su estilo de liderazgo.
En CourtesyMasters, nuestro éxito en tener una sala de juntas equilibrada es prueba de que la verdadera inclusividad mejora la toma de decisiones, impulsa la innovación y conduce al éxito a largo plazo. Sin embargo, reconocemos que la inclusividad no es sólo cuestión de números; se trata de crear un entorno en el que todo el mundo -independientemente de su identidad de género- sienta que tiene un sitio en la mesa. Sólo cuando permitimos que las personas aporten su auténtico yo a sus funciones podemos esperar ver los mejores resultados.
El camino hacia la verdadera diversidad en el liderazgo puede ser complejo, pero merece la pena recorrerlo. En lugar de centrarnos en las cifras o en lo políticamente correcto por el bien de la apariencia, debemos considerar el impacto real de nuestros equipos de liderazgo. La inclusión, ya sea de mujeres, hombres o personas no binarias, debe perseguirse porque beneficia a la empresa, no sólo porque queda bien de cara al público.